Fascinaciones: La montaña.
Puede ser por la lejanía, o por la manera en que el aire silba alegre mientras corretea libre, o por la inmensidad de la naturaleza estéril, o por todas esas cosas y algunas más. Pero lo cierto es que en la montaña habita una paz que es difícil de encontrar en otro sitio. Paz que espera, algo ansiosa, el día en que yo le vaya a hacer compañía.
Ya nos hemos encontrado, en algunas oportunidades; ella solía esperarme siempre al final de una caminata sin rumbo. Eran caminatas que solía hacer por las mañanas, mientras el frío nocturno comenzaba a disiparse con los primeros rayos de sol, y los colores resurgían joviales. Salía temprano, con la mente dispersa en cualquier sitio y dejando que las piernas marcaran el destino que siempre, invariablemente, terminaba en la cima de algún cerro. Al llegar a esa cima, que nunca se repetía y siempre desconocía, sólo podía sentarme o quedarme de pie, pero quieto, absolutamente quieto. Y desde allí contemplaba la inmensidad, oyendo los silencios de la naturaleza, sintiendo una relajación absoluta de mi cuerpo y llevando a mis pensamientos a una abstracción total, en la que lo onírico y lo imposible se convertían en palpable.
No es sólo la paz lo que me atrae de la montaña, sino también esa magia que la envuelve y hace de esta descripción un texto inocuo, incapaz de albergar en sus letras a tanta realidad majestuosa y bella. Pero eso está bien, porque siempre he sentido que los mejores sitios son aquellos que no se pueden describir.
Copyright © 2007
Ya nos hemos encontrado, en algunas oportunidades; ella solía esperarme siempre al final de una caminata sin rumbo. Eran caminatas que solía hacer por las mañanas, mientras el frío nocturno comenzaba a disiparse con los primeros rayos de sol, y los colores resurgían joviales. Salía temprano, con la mente dispersa en cualquier sitio y dejando que las piernas marcaran el destino que siempre, invariablemente, terminaba en la cima de algún cerro. Al llegar a esa cima, que nunca se repetía y siempre desconocía, sólo podía sentarme o quedarme de pie, pero quieto, absolutamente quieto. Y desde allí contemplaba la inmensidad, oyendo los silencios de la naturaleza, sintiendo una relajación absoluta de mi cuerpo y llevando a mis pensamientos a una abstracción total, en la que lo onírico y lo imposible se convertían en palpable.
No es sólo la paz lo que me atrae de la montaña, sino también esa magia que la envuelve y hace de esta descripción un texto inocuo, incapaz de albergar en sus letras a tanta realidad majestuosa y bella. Pero eso está bien, porque siempre he sentido que los mejores sitios son aquellos que no se pueden describir.
Copyright © 2007
Comentarios
Sabrán disculparme. Saludos para todos.
PD1: Recuerden hacer click sobre el botón del concurso de blogs. Gracias.
PD2: Liliana: Tengo presente tu pedido. Besos.
ATTE.
KURTOSIS
Me encanta Fascinaciones, porque viniendo de tus letras es como despertar y descubrir cosas que antes nunca le prestaríamos atención. Como al otoño, por ejemplo. De nuevo gracias.
Besito.
Liliana.
Igualmente me gusto de sobremanera....leerte y recordar esas veces en que en lo alto de la montaña.....somos.
Besos,
Ivana.-
PD: viste que hubo muchos cristales en tu entrada anterior? Es por la calidad de lo que se miraba, seguro!
Un abrazo...
Sugiero una fascinación: el placer de haber logrado lo que uno se propuso.
Te esperamos todos con una paciencia impaciente.
Abrazo
Nacho
No me gustan las montañas, en realidad, me da igual, es decir, no inspira nada en mi, pero todos tenemos una percepcion diferente de una misma cosa, es así.
Saludos
Identificada en muchos de los comentarios.
De este post me fascino, se llamaria Esteban, y como El, hay miles sin nombres y felices porque no lo necesitan, tiene tanta personalidad que para que cargarle mas el saco?, decidio no llevarlo. Te felicito.
lo de la montaña, stuvo tan bien descrito y tan exquisitamente sencillo que al leerlo podía sentir ese aire de paz y libertad que estaba necesitando...en la montaña. fue y es hermoso evocarlo. gracias por escribir cosas tan bellas.
La montaña,increíble ella.
En horabuena por ese don que tienes de poder plasmar lo que de tu mente sale.
Saludos.
marichio2006@hotmail.com